La integración empresarial y su importancia
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Durante los últimos años, el sector del agro ha evolucionado significativamente en Argentina. Esta transformación impacta en todos los aspectos de la actividad, incluida la planificación financiera, que está echando mano de nuevas herramientas, como ERP especialmente adaptados.
La agroindustria es una actividad económica que consiste en la producción, la industrialización y la comercialización de productos del sector primario y el secundario. Comprende diversos sectores económicos, como la agricultura, la ganadería, la pesca, el forestal, que procesan diferentes recursos naturales.
En general, la actividad agroindustrial se divide, según su producción, en dos tipos o ramas. La agro industria alimentaria refiere a la transformación y procesamiento de los productos orientados al consumo, como fideos, café instantáneo, alfajores, polenta. La implementación de sistemas de trazabilidad y etiquetado electrónico de los productos mejoró la transparencia en la cadena de suministro. Esto también aumentó la confianza del consumidor en los productos alimenticios, no solo en Argentina sino en el mundo.
Por otra parte, la rama no alimentaria de la producción agroindustrial transforma productos que son utilizados como materias primas de procesos no destinados a la alimentación. Por ejemplo: prendas de vestir, cueros, maderas, muebles y papel, entre otros muchos. Por lo general, las actividades agroindustriales no alimentarias aprovechan materias primas biológicas. Vaya como ejemplo las cáscaras de los frutos, residuos de la caña o desechos de la industria pesquera.
En Argentina el sector agroindustrial representa una porción más que significativa de la economía y el empleo. Es responsable del 7,5% del Producto Bruto Interno (PBI) y de alrededor de 750 mil puestos de trabajo registrados.
Históricamente, el país adoptó un modelo agroexportador de productos primarios. En este sentido, realiza un aporte a la seguridad alimentaria del mundo, sobre todo en cuanto al sector oleaginoso, donde exporta soja, girasol y sus derivados. Lo mismo ocurre con el complejo cerealero, donde las operaciones internacionales se enfocan en arroz, cebada, maíz y trigo.
En los últimos años se ha debatido un proyecto de ley de Fomento al Desarrollo Agroindustrial, sin llegar todavía a una aprobación final. Entre sus principales beneficios, dicho proyecto propone que las inversiones en máquinas y equipos sean amortizables en una cantidad menor de cuotas. Además, se propone un beneficio para las obras de infraestructura que beneficien el circuito agroindustrial. El mismo consiste en la reducción del 50% como máximo de su vida útil, lo que incrementa la rentabilidad del proyecto de inversión.
La agro industria en Argentina también enfrenta desafíos en términos de sustentabilidad ambiental y social. La producción agroindustrial a gran escala puede tener impactos negativos en el medio ambiente. Entre los más negativos se destacan la deforestación, la erosión del suelo y la contaminación del agua y del aire. Asimismo, el trabajo en el sector puede ser precario, informal y sin protección social.
A pesar de generar impactos ambientales, la actividad agroindustrial puede ser sostenible con ciertas medidas. Las recomendaciones apuntan a la rotación, los cultivos de servicio, la utilización de abono verde y la instalación de infraestructura contra inundaciones. Esto ayuda a la sustentabilidad de las actividades mayormente ligadas a la producción agrícola.
La planeación financiera es también conocida como planificación empresarial conectada. Permite a las organizaciones modelar la dirección estratégica y tomar medidas para optimizar el rendimiento financiero y empresarial.
En los últimos años, la agroindustria adoptó y adaptó este enfoque, pasando de ser una actividad periódica a ser un proceso continuo. Esto implica considerar el rendimiento histórico, ajustando los impulsores a lo largo del camino para asegurarse de hacer foco en los objetivos financieros.
La planificación financiera de la agroindustria está implementando cambios de otros sectores. Por ejemplo, se está dejando de lado la hoja de cálculo financiera. Esto es debido a los riesgos de seguridad, el aumento de los errores humanos y varias versiones sin gobernanza. En general, se trata de una herramienta que no fue diseñada para gestionar los requisitos actuales de planeación.
En su lugar, se está usando la hoja de ruta del software de planificación financiera. La misma suele tener gran capacidad de procesamiento de datos, aprendizaje automático, IA y otras tecnologías avanzadas. Las decisiones de planificación y previsión se basaban en tendencias históricas. La previsión incluye predicciones de aprendizaje automático, basadas en varios puntos de datos, escenarios y tendencias para un proceso de planeación más ágil y preciso.
Otro elemento clave de esta transformación es la calidad del presupuesto. El mismo requiere analizar y comparar el rendimiento financiero real con el esperado, para así determinar cómo asignar gastos para la organización. Mínimamente, debe contar con un reporte de gastos generales, gastos de capital, ingresos detallados, flujo de caja y de fabricación detallados.
La elaboración del presupuesto permite dos enfoques posibles. Un enfoque descendente, donde el personal directivo desarrolla un presupuesto de alto nivel para toda la organización. Esto implica la asignación de objetivos desde un punto de vista corporativo y un plan operativo a nivel departamental. Asimismo, en un enfoque ascendente las distintas áreas crean un presupuesto y luego lo envían a las partes interesadas de nivel superior para su aprobación.
Con tales actualizaciones, la planificación financiera en el agro requiere herramientas específicas que ya están disponibles en el mercado, como veremos a continuación.
Un software agrícola se refiere a las aplicaciones y soluciones informáticas diseñadas específicamente para satisfacer las necesidades de los agricultores y profesionales del sector agrícola. Asimismo, un ERP agro es un sistema integrado que combina las funcionalidades del software agrícola con las capacidades de planificación de recursos empresariales más amplias.
Estos sistemas permiten una gestión integral y coordinada de todos los aspectos relacionados con la producción, distribución y comercialización de productos agrícolas y alimentos. Abarcando desde la planificación de cultivos hasta la entrega final al consumidor.
Son varias las ventajas de la digitalización del planeamiento financiero de la agro industria. Entre ellas, potenciar una gestión eficiente de datos agrícolas, un mejor monitoreo y control de cultivos, gestión de la maquinaria agrícola, análisis y pronóstico de cosechas.
La evolución de la agroindustria ha avanzado tanto que podemos encontrar productos alimentarios listos para su consumo inmediato. Es lógico, por lo tanto, que la gestión financiera también deba acompañar esta evolución, entre otros aspectos, a través de avances tecnológicos. En este sentido, el ERP agroalimentario está desempeñando un papel fundamental en la transformación y el crecimiento del sector.
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