Cómo invertir en la Bolsa
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Si crees que necesitas ser rico o aprobar un máster financiero para poder invertir tu dinero, te equivocas. En realidad, solo tienes que entender dos cosas: qué es un portafolio de inversión y cuál es tu perfil de inversor. Eso es todo. Y aquí te lo explicamos.
Un portafolio o cartera de inversión es una herramienta financiera que te ayuda a administrar todas las inversiones que posees. Su importancia aumentó en los últimos años con la economía digital. Esta transformación fue clave para acelerar los movimientos diarios que tienen las grandes bolsas de valores en todo el mundo.
En la actualidad todos podemos invertir para hacer crecer nuestro dinero. Pero es importante hacerlo a través de una cartera organizada. Esto te permite crear una serie de estrategias de inversión de forma seria y no por impulsos, adivinanzas o presentimientos.
Para lograr este enfoque, primero es necesario determinar tus objetivos financieros. Solo así es posible definir una dirección clara. Y esto también incluirá la diversificación de tu capital en distintos tipos de activos, sectores o mercados.
Contar con varios activos dentro de una estrategia financiera te ayudará a reducir el riesgo de tus inversiones. Esto evitará que tengas pérdidas significativas, si uno de tus activos o el mercado al que pertenece cae. Además, la diversificación también te permite aprovechar oportunidades de crecimiento en diferentes áreas.
Existen diferentes tipos de activos financieros: acciones, monedas, efectivo, materias primas. También puede incluir activos derivados. Entre ellos se destacan las acciones de empresas en la bolsa de valores, acciones de startups, bonos o bienes raíces.
Como verás, hay muchas y diferentes alternativas. Sin embargo, podemos agruparlas en dos tipos de activos principales: los de renta fija y los de renta variable.
Se llaman así porque brindan una ganancia predecible en un período de tiempo pautado. En otras palabras, desde el principio sabes exactamente cuánto recibirás y cuándo. Suelen presentar un riesgo mínimo o incluso nulo, ya que cuentan con una garantía de que recibirás un rendimiento adicional.
Un ejemplo son los bonos. Si bien las ganancias que generan suelen ser relativamente bajas, tienes la seguridad de que no perderás tu inversión inicial. Los bonos ofrecen estabilidad y confianza al darte ingresos constantes. Son una opción atractiva para aquellos inversores que buscan minimizar los riesgos y tener un flujo de ingresos predecible.
A diferencia de los activos de renta fija, estos suponen un mayor riesgo. No se puede predecir con certeza cuánto dinero obtendrás a cambio.
Un ejemplo claro son las acciones de empresas. Su valor fluctúa constantemente en el mercado, lo que significa que podrías obtener rendimientos significativamente más altos. Sin embargo, puede ocurrir que la empresa en la que has invertido tenga dificultades financieras o quiebre. Esto podría generar pérdidas en tu inversión.
Las carteras de inversión cuentan con una serie de elementos unificadores. Sin embargo, cada uno tiene sus propios objetivos, metodologías y aspectos resaltantes. Estas características se corresponden con los perfiles de inversión de las personas, según el riesgo que estén dispuestas a asumir.
Por eso, antes de seleccionar tus distintos instrumentos financieros, debes saber cuál es tu perfil de riesgo como inversionista. El riesgo es la probabilidad de que un evento adverso suceda y puede calcularse. La evaluación del nivel de riesgo es clave, porque la incertidumbre siempre será parte de la ecuación.
Los tipos de portafolios de inversión más comunes son:
Este tipo de inversor no quiere arriesgar mucho. Prefiere sacrificar algo de rentabilidad, pero tener mayor certeza sobre la inversión que toma. Este portafolio suele combinar 70% en bonos y activos de renta fija y 30% en acciones o activos de renta variable.
Esta distribución equilibrada busca proporcionar estabilidad y seguridad. También permite cierto potencial de crecimiento a través de los activos de renta variable.
Esta modalidad es adecuada para aquellos inversores con tolerancia al riesgo de un nivel moderado y potencial de crecimiento. Combina activos de renta fija y renta variable para aprovechar oportunidades de rendimientos superiores a la inflación. Mientras mantiene una cierta estabilidad y su horizonte de inversión son plazos superiores a tres años.
Este perfil está preparado para escenarios en los que su dinero puede verse afectado. Tiene la paciencia necesaria para esperar a que su inversión se recupere, en caso de que caiga. Prefiere las acciones. Pueden ser de pequeña, mediana y grande capitalización.
Se basa en rumores que se traducen en un gran nivel de riesgo, con la intención de buscar grandes retornos.
Las inversiones tienen que tener un propósito específico, un rendimiento a alcanzar y fecha de logro. Esto es necesario para gestionar de manera eficiente y efectiva el dinero destinado a esa meta. Es muy distinto conformar una cartera de inversión para comprar un coche que para tener dinero suficiente para tu jubilación.
Una vez hecho esto, estima el nivel de rentabilidad respecto al dinero invertido y el plazo de la inversión. Pregúntate: ¿en cuánto tiempo deseo obtener ese objetivo de rentabilidad?
En general, cuanto más se alargue el plazo de la inversión, menor es el riesgo asociado. Por el contrario, obtener una alta rentabilidad a corto plazo suele implicar mayor riesgo. Un buen pool de inversiones puede combinar productos financieros pensados tanto a largo como a corto plazo.
Existen otras formas sencillas de comenzar a invertir sin mayor riesgo financiero. Por ejemplo, una opción a considerar son los ETFs (Exchange-Traded Funds). Este activo ofrece una forma accesible y diversificada de invertir. Otro enfoque interesante es invertir en bienes raíces, una alternativa que puede brindar estabilidad y potencial de crecimiento a largo plazo.
Lo importante es dar el primer paso y destinar una parte de tu dinero a estas opciones. Verás que una vez que observes cómo comienza a multiplicarse, sentirás el deseo de expandir y aumentar tu portafolio de inversión.
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