Agilización de datos mediante ERP en los procesos de transformación
La digitalización de una empresa gira en torno a la capacidad de procesamiento de datos para beneficio del negocio. Se trata de un desafío que...
7 minutos de lectura
H&CO
13-jun-2023 7:54:37
Hace décadas que las empresas entendieron la relevancia de la seguridad informática. Saben que esa combinación de prácticas, tecnologías y políticas es la mejor de proteger sistemas, redes, dispositivos y datos.
Se trata de un enfoque que propone un amplio espectro de protección. Sin embargo, en los últimos años ha ajustado sus objetivos de la mano de la ciberseguridad. Ahora el foco está puesto en ciertos aspectos relacionados con el entorno digital que posibilita la conectividad cada vez más robusta a Internet.
La ciberseguridad es la parte de la seguridad informática orientada a enfrentar amenazas como malware, ataques de hackers, phishing, ransomware, entre otras. Para destacar su importancia, el Foro Económico Mundial ha dicho que las amenazas cibernéticas están entre los principales riesgos globales. El organismo sostiene incluso su potencial para poner en peligro la estabilidad económica y la seguridad de los países.
La ciberseguridad es crucial por varias razones, especialmente en un mundo cada vez más digitalizado y conectado:
En función de las tecnologías y amenazas, existen diferentes tipos de ciberseguridad para proteger diferentes aspectos del entorno digital:
Los ciberataques o ataques cibernéticos se basan principalmente en el secuestro de datos. Desde pequeñas y medianas empresas hasta grandes compañías, las organizaciones han sido las principales víctimas de los últimos años. Las amenazas más comunes pueden agruparse en tres grandes tipos:
1. Ransomware
También conocido como malware de rescate, se caracteriza por restringir el acceso a un sistema informático y pedir un rescate para eliminar el bloqueo. Puede ser fatal para una compañía en tanto implica una pérdida masiva de datos y perjuicios económicos.
Por ejemplo, WannaCry y Petya son dos tipos de ransomware que operan bloqueando documentos, fotos o videos. El virus suele exigir el pago de una suma de dinero, la mayoría de las veces en bitcoin, para desbloquear los archivos.
2. Ataque de denegación de servicio (DDoS)
Consiste en provocar la caída de un servidor sobrecargando su ancho de banda. Como puede sobreentenderse, esto genera la interrupción de uno o varios sitios web.
Este tipo de ataque suele ser muy común en el ámbito financiero. La idea es inundar con una gran cantidad de tráfico los servicios en línea de los bancos y de las plataformas de trading. De esa manera el servidor colapsa y deja de funcionar.
El sector financiero, y el segmento bancario en particular, se han sido los mayores impulsores de la transformación digital. En consecuencia, los riesgos financieros del cibercrimen también escalaron.
3. Troyanos bancarios
Se trata de otro software malicioso que está tras los bancos. En principio parece inofensivo, pero es muy peligroso. Los troyanos pueden instalarse en cualquier dispositivo por visitar un sitio web infectado, por descargar el anexo de un mail, o incluso, por bajar una aplicación. Una vez que este virus se instala en el celular, detecta los servicios en línea de un banco y captura los datos personales y bancarios.
Lo cierto es que los cibercriminales han perseguido la telefonía móvil desde mucho antes que se expandiera su uso para realizar transacciones bancarias. Precisamente, la mayor amenaza para los dispositivos móviles son los troyanos bancarios.
Los cibercriminales operan de forma encubierta y, por lo general, son difíciles de detectar. Esto les permite contar con mucho tiempo antes de que los problemas sean visibles para la organización. Por esta razón, las mejores prácticas disponibles se enfocan en la prevención de los ataques, antes que su mitigación. Los protocolos de seguridad y monitoreo constituyen la base de la estrategia de ciberseguridad.
Utilice contraseñas seguras
Es fundamental definir y actualizar contraseñas fuertes y únicas para cada cuenta. Esta práctica puede verse muy facilitada con los gestores de contraseñas, que son herramientas capaces de reducir la posibilidad de errores humanos. Además, cada vez es más importante fomentar el uso de la autenticación multifactor (MFA), como una capa adicional de protección. Herramientas como pueden facilitar
Preste atención a las amenazas por correo electrónico
A través de los correos electrónicos se pueden introducir fácilmente amenazas de virus y robo de información. En este sentido, los emails constituyen uno de los puntos más débiles de una compañía. Le recomendamos monitorear periódicamente la actividad de mensajes sospechosos, así como también las descargas de archivos anexos. Además, es conveniente capacitar al personal respecto del uso estrictamente laboral del correo y cómo alertar a la empresa en caso de detectar algún indicio sospechoso.
Mantenga los sistemas actualizados
Las actualizaciones de software y los parches de seguridad corrigen vulnerabilidades. Parece muy fácil, pero la actualización de sistemas requiere un enfoque protocolar. Lo mejor es hacer un inventario de todo el hardware disponible, para luego definir un plan de actualización.
Se puede entrenar a los empleados para que realicen las actualizaciones periódicamente. En este caso, es prioritario revisar regularmente si hay actualizaciones pendientes en el sistema operativo.
Otra opción es automatizar el proceso a través de una herramienta. Esta posibilidad permitirá que se descarguen las actualizaciones de una sola vez y luego se vayan distribuyendo dentro de la empresa. Es una buena estrategia para aplicar los parches de forma oportuna y efectiva.
Vigile las bases de datos
Hay dos grandes alertas podrían estar indicando que la red se encuentra amenazada. Por un lado, La modificación de la estructura en el banco de datos. Por otro, intentos no autorizados de acceso a datos críticos. Para prevenirlo, use herramientas que ayuden a monitorear bases de datos y a registrar intentos de acceso no autorizado.
Segmento de red
Se trata de dividir la red en diferentes segmentos y aplicar controles específicos a cada uno. De esta manera, las empresas pueden limitar la propagación de amenazas y proteger los datos más sensibles. Esta estrategia debe complementarse con políticas de seguridad claras sobre las personas y roles que pueden acceder a cada segmento.
Automatice los indicadores de información
Esta es una recomendación del NIST, sigla en inglés del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de Estados Unidos. El organismo aconseja incluir el intercambio automático de datos de indicadores. Esto brinda información oportuna y procesable para detectar y responder a eventos de ciberseguridad a medida que ocurren”. Esto es muy importante porque ayuda a mitigar ataques a medida que ocurren y, eventualmente, prevenir mayores secuelas.
El NIST también tiene publicaciones especializadas sobre seguridad en el análisis de big data. Esto es relevante para las áreas de control de acceso, monitoreo continuo, advertencia e indicadores de ataque y automatización de seguridad.
Capacite a sus empleados
La formación de los empleados es esencial para crear una primera línea de defensa contra las amenazas cibernéticas. Puede marcar una gran diferencia si capacita a sus equipos para identificar correos de phishing y enlaces sospechosos, entre otras tácticas criminales. Realizar simulaciones periódicas ayuda a reforzar el aprendizaje y a mantener la alerta.
Considere las vulnerabilidades humanas
Muchas brechas de seguridad comienzan con errores humanos. Es muy común que las personas caigan en trampas de ingeniería social que las manipulan psicológicamente. La falta de formación adecuada en ciberseguridad también es un factor importante, ya que los usuarios pueden desconocer prácticas seguras, como la creación de contraseñas robustas. Existen errores involuntarios que pueden desencadenar incidentes de seguridad, como enviar información confidencial a la persona equivocada.
Diseñe un plan de respaldo y recuperación estricto
Un plan sólido de respaldo y recuperación es imprescindible para garantizar la continuidad del negocio en caso de incidentes. Las empresas deben realizar copias de seguridad regulares, almacenarlas en ubicaciones seguras y verificar su integridad frecuentemente. Además, practicar la recuperación de datos asegura que el proceso sea eficiente en situaciones de emergencia.
Monitoree su red
El monitoreo continuo de los sistemas es una herramienta clave para detectar y responder rápidamente a posibles amenazas. Las empresas deben implementar soluciones que analicen eventos de seguridad en tiempo real. Algunas opciones son los sistemas de gestión de eventos e información de seguridad (SIEM). Esto permite identificar actividades sospechosas antes de que escalen en incidentes graves.
Diseñe un plan de respuesta eficaz
Este documento debe establecer pasos claros a seguir en caso de una brecha de seguridad. Esto incluye la contención, remediación y comunicación tanto interna como externa. Realizar simulacros periódicos permite evaluar y mejorar el plan continuamente.
La ciberseguridad ya no es un tema reservado para especialistas técnicos. Se ha convertido en un pilar estratégico para la continuidad y la competitividad de cualquier organización. Comprender para qué sirve, conocer sus diferentes tipos, identificar las amenazas más frecuentes y aplicar buenas prácticas reduce el riesgo de sufrir un incidente. Además, fortalece la confianza de clientes, socios y empleados.
Los ciberataques evolucionan constantemente. Aprovechan tanto las vulnerabilidades tecnológicas como los errores humanos. Por eso, la defensa no puede basarse únicamente en herramientas técnicas. También requiere una cultura organizacional basada en la protección diaria de la información.
En este sentido, la inversión en ciberseguridad no debe verse como un gasto, sino como una medida preventiva. De hecho, se evitarán pérdidas económicas, daños reputacionales y la interrupción de operaciones críticas. Las empresas que adoptan un enfoque proactivo reducen su exposición a los riesgos y se preparan para responder y recuperarse con rapidez. Este enfoque integral permite transformar la ciberseguridad en una ventaja competitiva y no solo en un mecanismo defensivo.
En un entorno digital donde la información es uno de los activos más valiosos, la ciberseguridad se convierte en un compromiso permanente y compartido. No importa el tamaño ni el sector de la empresa: todos somos potenciales objetivos y, al mismo tiempo, responsables de proteger nuestro ecosistema digital.
Apueste por la prevención, la educación y la mejora continua. Esa es la clave para navegar con seguridad en el presente y estar listos para los desafíos del futuro.
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