Chile se destaca por su abundancia de recursos naturales, su estabilidad del sistema macroeconómico y potencial de crecimiento, su bajo nivel de riesgo y sus infraestructuras de alto nivel.
Es la primera economía sudamericana en unirse a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Su economía es una de las más fuertes y más integradas de América Latina. Cuenta con numerosos tratados de libre comercio y tratados de doble imposición que permiten negociar en condiciones arancelarias desfavorecidas, dando acceso a más de 1.000 millones de consumidores potenciales.