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La omnicanalidad ya no es una tendencia: es una expectativa del consumidor actual. En mercados como Chile y Argentina, donde la competencia digital se intensifica, integrar todos los canales de venta se vuelve una necesidad crítica para sobrevivir y escalar.
En un contexto de transformación digital acelerada, la omnicanalidad en el retail se ha consolidado como una necesidad estratégica. Más allá de ofrecer múltiples puntos de contacto, las empresas deben asegurar que cada uno de ellos —ya sea físico o digital— esté perfectamente sincronizado para brindar una experiencia de compra unificada, personalizada y eficiente.
En países como Chile y Argentina, donde el consumidor se ha vuelto más exigente y conectado, el modelo de retail tradicional comienza a mostrar sus límites. La incorporación de herramientas como SAP Business One, que permiten una integración total de las operaciones comerciales, logísticas y financieras, se vuelve esencial para aquellas compañías que buscan crecer, competir y escalar de manera sostenible.
La omnicanalidad busca integrar todos los canales de comunicación y venta de una empresa para ofrecer una experiencia fluida, consistente y personalizada al cliente, sin importar desde dónde interactúe con la marca.
A diferencia del enfoque multicanal —donde los distintos canales operan en paralelo, pero de forma aislada—, en un entorno omnichannel, toda la información de productos, clientes, ventas e inventario está sincronizada. Esto permite que una persona que inicia su proceso de compra en el sitio web, pueda completarlo en la tienda física, recibir notificaciones por WhatsApp y gestionar devoluciones a través de una aplicación móvil, sin fricciones ni duplicidad de datos.
Comprar en línea y retirar en tienda (Click & Collect)
Recibir recomendaciones personalizadas basadas en compras anteriores
Consultar el estado del inventario de una tienda física desde el canal online
Ofrecer promociones cruzadas entre canales
En 2025, no se trata solo de tener presencia en múltiples canales, sino de conectarlos para crear un ecosistema centrado en el cliente.
Implementar una estrategia de retail omnicanal trae beneficios significativos tanto para la experiencia del cliente como para la eficiencia operativa de la empresa. Algunos de los más relevantes son:
Los consumidores valoran las marcas que ofrecen una atención coherente y personalizada, sin importar el canal. Esto aumenta la lealtad y la recurrencia de compra.
Un cliente que puede comparar, recibir recomendaciones y acceder a información clara desde cualquier canal tiene más probabilidades de concretar una compra y sumar productos adicionales.
La integración de todos los canales en un único sistema permite tomar decisiones más informadas, en tiempo real, basadas en datos confiables.
Evita quiebres de stock y sobreacumulaciones gracias a la visibilidad unificada de los niveles de inventario en tiendas, depósitos y canales online.
La automatización de procesos evita duplicidades, errores humanos y costos innecesarios.
Tanto en Chile como en Argentina, el retail se encuentra en una fase de evolución marcada por la digitalización, el crecimiento del e-commerce y el cambio en los hábitos de consumo. Si bien muchas empresas ya han adoptado plataformas online, pocas han logrado una integración real entre canales físicos y digitales.
En Chile, retailers como Falabella, Paris y Ripley lideran en términos de omnicanalidad, ofreciendo funcionalidades como retiro en tienda, seguimiento online de pedidos y devoluciones en múltiples canales. En Argentina, cadenas como Frávega o Farmacity han comenzado a desarrollar experiencias similares, aunque aún existen desafíos tecnológicos y logísticos que dificultan una adopción masiva.
Uno de los principales obstáculos es la falta de integración tecnológica, especialmente en pymes. Muchas aún operan con sistemas separados para cada canal, lo que impide una visión unificada del cliente y del negocio.
Este escenario representa una oportunidad única para diferenciarse: adoptar una solución ERP robusta como SAP Business One permite conectar todas las áreas de la empresa y avanzar hacia una omnicanalidad efectiva, incluso en contextos económicos desafiantes.
La omnicanalidad no es solo una cuestión de marketing o experiencia del cliente. Para que funcione de forma efectiva, necesita de una base tecnológica sólida que integre ventas, inventario, finanzas, logística y atención al cliente. Es aquí donde entra en juego un ERP como SAP Business One.
Unificación de canales: Consolida ventas físicas, e-commerce y marketplaces en un solo sistema.
Inventario en tiempo real: Control centralizado del stock disponible en tiendas, depósitos y online.
Gestión de clientes: Historial completo de cada cliente, con información sobre compras, preferencias y canales utilizados.
Automatización de procesos: Desde el pedido hasta la entrega, minimizando errores y tiempos muertos.
Integración con plataformas externas: Compatible con Shopify, WooCommerce, Mercado Libre, entre otros.
Un ERP no solo permite coordinar las operaciones, sino que se convierte en el núcleo del ecosistema omnicanal. Las empresas que lo implementan pueden ofrecer mejores experiencias, ser más ágiles y tomar decisiones basadas en datos.
Adoptar una estrategia omnicanal exitosa requiere planificación, inversión y compromiso a largo plazo. Estas son algunas claves fundamentales:
Definir una estrategia centrada en el cliente
Entender cómo compra tu cliente y qué espera de cada canal.
Unificar la base de datos
Trabajar con un sistema centralizado que integre la información de todos los canales.
Invertir en tecnología escalable
Implementar soluciones ERP como SAP Business One que permitan crecer sin fricciones.
Automatizar procesos clave
En logística, atención al cliente y gestión de inventarios.
Capacitar al personal
La experiencia omnicanal también depende de las personas detrás de cada canal.
Muchas empresas fracasan al intentar implementar una estrategia de retail omnicanal porque no contemplan los desafíos que implica este cambio. Algunos errores frecuentes incluyen:
Ver los canales como compartimentos estancos
Sin integración real entre lo físico y lo digital.
No actualizar los sistemas de gestión
Operar con tecnologías obsoletas que no permiten visibilidad en tiempo real.
No medir resultados
Falta de KPIs claros para evaluar el impacto de la estrategia omnicanal.
Ignorar la experiencia postventa
El soporte al cliente debe ser omnicanal, no solo la venta.
La omnicanalidad en el retail ya no es una opción: es el nuevo estándar. En mercados dinámicos como Chile y Argentina, las empresas que logren integrar sus canales de forma inteligente podrán responder mejor a las expectativas del cliente, optimizar sus operaciones y ganar competitividad.
Adoptar un ERP como SAP Business One permite a las pymes y medianas empresas dar ese salto de calidad, integrando ventas, inventario, atención al cliente y finanzas en una sola plataforma.
¿Está listo para ofrecer una verdadera experiencia omnicanal?
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